viernes, 19 de junio de 2009

Mientras...un cuentito

Permiso...me colgué en subir unos dibujos nuevos que tengo; pero les regalo un cuentito que escribí hace poquito. Espero que les guste. Se llama "Penitencia":


Si algo recuerdo de mis estudios de primaria es el castigo impuesto por mis supuestas irregularidades de conducta. Los revoltosos iban a parar "bajo la virgen". Santo castigo. Se trataba de una estatuilla bastante contundente, de yeso como suelen ser, que medía aproximadamente unos sesenta centímetros. La sostenía una base de madera, a unos tres metros del suelo, en una de las esquinas del playón interno, de modo que no sólo te castigaba la Virgen sino también la mirada escrutadora de todos los alumnos del Turno Tarde de mi querida Escuela Nº 3 de Zapala. Era llevado de una oreja por la seño que vigilaba el playón, luego de haber sobrepasado mi propio record de escupidas de largo alcance. Mis compañeros disfrutaban mucho ese momento en el que la seño me sorprendía festejando el triunfo; sin avisar, se abrían paso a la pesada sombra que caía sobre sus traicioneras espaldas, como una tétrica tormenta de verano. A veces éramos tres, otras, cuatro los chicos que nos aglomerábamos en la esquina del castigo, bajo la virgen; nunca una nena. Nunca. Ellas estaban exentas del promocionado castigo. ¡Y eso que eran peores que nosotros! En repetidas oportunidades se escuchaban llantos de nenas, discusiones, burlas de todo tipo, y hasta luchas de cuerpo a cuerpo. Pero nunca las traían bajo la virgen. Pero la pasábamos bien sin ellas. Socializábamos bastante. Y eran muy instructivas estas reuniones. Aprendí nuevas técnicas de escupidas, cómo falsificar el árbitro (la figurita difícil de las Canchita"). Al Colo, mi mejor amigo, lo conocí bajo la virgen. Juntos nos escapábamos en el recreo para la cancha de los bomberos, donde jugaban los grandes y a veces había trifulca. Sin embargo, hubo momentos en los cuales ambos nos sumergíamos en profundos pesares. No por las represalias religiosas-esotéricas que pudieran imponérsenos, ni por la burla innecesaria y redundante del público espectador, sino porque la virgen era muy grande y si se caía, no nos salvaba ni Dios.



4 comentarios:

Anónimo dijo...

........CHUICCCCC !!!!!!

Anónimo dijo...

Hey groso!!!! me encantó tu blog.....veo tus dibujos desde hace...no se....20 años?....la verdad, siempre tuviste un talento único!INCOMPARABLE!IRREPETIBLE! EXQUISITO!!!
Ufff me habia olvidado de la virgen del cole....que buenos recuerdos.....

Anónimo dijo...

Muy lindos tus dibujos. Es para recomendar a los amigos además de los enemigos! un placer... MARIA

Anónimo dijo...

muy bueno lo tuyo man!!...recuerdo lo de la virgen muy patente, ja y de las figuritas creo que el arbitro se hacia con un jugador de banfield,saludo grande y un abrazo...henry